#91 Tratamientos naturales para la madera
Las propiedades únicas de la madera han hecho de ella uno de los más empleados por la humanidad como materia prima para la elaboración no sólo de utensilios, enseres, juguetes o instrumentos musicales, sino también como material de construcción.
Aunque su uso en la edificación fue desplazado por el acero y el hormigón, la madera está siendo redescubierta en la actualidad y el conocimiento técnico acumulado durante las últimas décadas ha contribuido a derribar mitos sobre su resistencia mecánica y a ataques biológicos, su resistencia al fuego o a la humedad.
Su contribución a la calidad del ambiente interior se debe tanto a su capacidad para regular la humedad ambiental como a la óptima relación entre su densidad, su resistencia mecánica y sus propiedades térmicas.
Investigaciones recientes han profundizado en los efectos psicológicos del contacto con la madera, no sólo en espacios naturales sino también en los construidos.
Tocar una superficie de madera proporciona una sensación de seguridad y de estar cerca de la naturaleza inigualable.
Según estudios realizados en Japón, Canadá, Noruega y Austria, la madera tiene efectos positivos en el estado emocional de las personas. Los ambientes con fachadas y estructuras de madera provocan un descenso de la presión arterial y tienen un efecto calmante.
¿Por qué tratar la madera?
Preservar estas características de la madera es el objetivo de los distintos tratamientos de la madera.
Aunque los principios básicos de la protección de la madera son la selección de la especie arbórea adecuada y su preservación de la humedad por el propio diseño constructivo, la variedad de posibles usos, disposiciones y ambientes a los que pueden verse expuestos los elementos de madera puede hacer necesario tratamientos protectores adicionales.
Comprender las características de cada especie y los requerimientos exigidos en función de la forma y la función de cada pieza de madera son las claves para aplicar productos preventivos, protectores o de acabado para la madera.
Fungicidas, insecticidas, hidrofugantes, ignifugantes, de protección frente a los rayos UV o decorativos, los tratamientos para la madera han evolucionado desde formulaciones artesanales basados en materias primas naturales hasta las complejas composiciones sintéticas.
A pesar de aplicarse en capas de espesores mínimos, la elección de los tratamientos para la madera es importante porque pueden limitar e incluso anular sus propiedades higroscópicas o convertirse en fuente de riesgos químicos derivados de la toxicidad de sus componentes.
Formación recomendada
La madera es un material noble y resistente pero es necesario su protección. Existen diferentes tipos acabados naturales para la madera. Los acabados naturales, generalmente son a base de cera, aceite y goma laca. Aunque también encontramos técnicas ancestrales que nos ayudan a proteger la madera.
INICIO DEL CURSO: 6 DE ABRIL - DOCENTE: MANU GAYETE
Sesión 1: Biología de la madera, diferentes especies arbóreas. Preparación y soporte
Nos introduciremos en el mundo de los tratamientos naturales, reconociendo especies arbóreas y sus características frente a los diferentes acabados. Qué causas deterioran la madera, como protegerla. Preparar una buena base es como una buena cimentación, el tratamiento se sostiene si el soporte es adecuado.
Sesión 2: Componentes primarios, aplicaciones y sus propiedades
Los principales motivos por los que tratar y proteger la madera frente lo distintos agentes. Conoceremos cuales son los ingredientes que intervienen en cada preparado, sus propiedades, ampliara nuestra comprensión frente a lo que nos ofrece la industria.
Sesión 3: Recetas, formulaciones y sus aplicaciones
Recetas con ingredientes base, para nuestras propias composiciones. Reconoceremos algunos de los infinitos beneficios de tener madera en nuestros hogares y espacios de trabajo.
Sesión 4: Casos prácticos y qué aporta la industria eco
Hablaremos de nuestras experiencias y resultados de estas. Hablaremos de las soluciones que nos ofrece la industria que vende bajo la etiqueta eco, bio, natural.
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Componentes de los tratamientos y sus funciones
Los componentes básicos de los tratamientos para la madera determinan aspectos como su resistencia a los agentes ambientales, su durabilidad, su aplicabilidad o su color.
Veámoslos con un poco más de detalle:
Ligantes. Son el “pegamento” del resto de componentes y determinan la adherencia del tratamiento al soporte. Los de origen sintético, derivados del petróleo, producen emisiones tóxicas que no aparecen en el caso de los aceites, resinas o ceras naturales.
Disolventes. Diluyen la mezcla y la hacen más o menos fácil de extender. Los sintéticos pueden contener sustancias sensibilizantes y algunos de origen natural pueden resultar irritantes para personas sensibles.
Pigmentos. Aportan el color y definen la opacidad del tratamiento, protegiendo la madera de los rayos UV. Algunos de los pigmentos sintéticos más empleados son cancerígenos. Los naturales pueden tener origen mineral y también vegetal.
Aditivos. Mejoran algunas propiedades de los tratamientos, como su conservación, su secado o su oxidación. Es difícil encontrar alternativas naturales para su uso como aditivos por lo que hay que cuestionar si es imprescindible alcanzar las prestaciones mejoradas que permiten alcanzar.
Algunos componentes naturales para tratamientos de madera
Los aceites y las resinas vegetales son algunos de los ligantes más empleados en la formulación de tratamientos naturales. Determinan su capacidad de penetración, nutriendo profundamente la madera y protegiéndola de la humedad.
Actúan saturando los poros de la madera, hidratando la madera sin impedir su higroscopicidad. Previenen ataques de xilófagos y hongos a la vez que realzan la veta de la madera.
Los aceites de linaza y de tung son algunos de los más empleados.
Las resinas vegetales, como la colofonia o la dammar, aportan una protección superficial adicional, mejorando su durabilidad y resistencia.
Estas prestaciones pueden alcanzarse también mediante ceras que proporcionan además acabados satinados (como los conseguidos con ceras de abeja) o brillantes (la cera de carnauba, procedente de las hojas de palma, adquiere una gran dureza y resistencia al desgaste).
En el grupo de los disolventes naturales, que facilitan la penetración y aplicación del tratamiento, la opción más habitual es la trementina, procedente de la destilación de resinas de coníferas. Eventualmente puede causar reacciones alérgicas cutáneas por lo que suele sustituirse por disolventes alifáticos que, aunque derivados del petróleo, resultan inertes.
Los pigmentos minerales (ocres, óxidos, tizas, etc.) o los vegetales extraídos de raíces o resinas son los preferidos para proporcionar color y protección frente a los rayos UV.
Referencias bibliográficas
Guía de pinturas ecológicas, Slow Studio
Pinturas naturales, guía y recetas, Ecohabitar