Cada vez más la eficiencia energética y la salud caminan juntas de la mano. Sabemos que abordar ambos temas en conjunto trae grandes beneficios para la salud del medioambiente y las personas.
Hoy no solo se trata de mejorar el “rendimiento energético” de un edificio, sino del impacto que esta intervención tiene en la salud de sus habitantes.
Los lugares de trabajo, son espacios que durante años han sido ineficientes energéticamente y poco saludables.
De hecho la Organización Mundial de Salud (OMS) incluye al síndrome del burnout (literalmente estar quemado/a) en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) como un problema asociado al empleo o al desempleo.
Básicamente se trata de un estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por el cansancio psíquico o estrés que surge en los lugares de trabajo.
Pero ese clima labora tiene mucho que ver con el espacio construido, que es de lo que tratamos cada semana en estas gacetas.
La falta de luz natural, la mala calidad de l…
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