#33 Neuroarquitectura y sus beneficios
Los cambios en el entorno cambian el cerebro y por lo tanto, modifican nuestro comportamiento. Dr. Fred Gage.
La neuroarquitectura es una disciplina que se interesa por cómo el entorno modifica el cerebro y por lo tanto, nuestro comportamiento.
Toda historia tiene un punto de partida y podríamos decir que la historia de la neuroarquitectura parte allá por 1963.
Cuenta la historia que mientras el doctor Jonas Salk investigaba una vacuna contra la poliomielitis en los sótanos de la Universidad de San Diego, se vio agotado y sus estudios se vieron paralizados.
En un intento de inspiración viajó a Italia para visitar el Convento de San Francisco de Asís durante una temporada.
La atmósfera que recreaba el convento, el diseño del inmueble y la luz interior tuvieron tal impacto en el que cuando volvió a su país a retomar su investigación comprendió que aquella arquitectura lo había ayudado con el fluir de nuevas ideas para, finalmente, dar forma a la vacuna contra la poliomielitis.
Por esa razón, convocó a su amigo y destacado arquitecto Louis Kahn con el fin de trabajar juntos en el diseño del Instituto Salk de San Diego.
Un edificio que buscaba alentar la creatividad entre los investigadores y que se transformó en el primero en utilizar los principios de la neurociencia aplicados a la arquitectura.
Desde 1963 a la fecha el estudio de la neurociencia aplicada a la arquitectura ha avanzado muchísimo y lo más estimulante es todo lo que nos queda por descubrir.
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“El congreso está dedicado a la promoción y entendimiento del conocimiento que aporta la neurociencia a disciplinas como el diseño, la arquitectura y el urbanismo. El programa se desarrolla en torno a temas de educación, salud, bienestar de las personas y el impacto social en las ciudades”
Día 1: Neurociencia y arquitectura: hacia una arquitectura científicamente informada..
Día 2: Neurodiversidad, espacios y educación.
Día 3: Espacios, ciencia y comportamiento.
Día 4: Experiencia sensorial: de las evidencias de investigación y sus aplicaciones.
Día 5: Entre la fenomenología y la práctica: por una arquitectura informada y centrada en las personas.
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¿Qué es la Neuroarquitectura?
Quizás lo correcto sería hablar de “neurociencia aplicada a la arquitectura”, pero el término neuroarquitectura se ha venido usando con bastante aceptación.
Y si bien la neuroarquitectura parece una disciplina nueva, la verdad es que lleva más de sesenta años de desarrollo y acumulación de conocimientos.
En todo este tiempo su objetivo original no ha variado mucho: “Crear espacios para la felicidad, el bienestar, la productividad y la calidad de vida. Edificios que reduzcan el estrés y la ansiedad”.
A modo de definición podríamos decir que la neuroarquitectura es una disciplina que se interesa por cómo el entorno modifica la química cerebral, y por lo tanto las emociones, los pensamientos y las conductas.
La neurociencia aplicada a la arquitectura y el diseño combina factores de investigación científica cognitiva y del cerebro para comprender cómo funciona la percepción sensorial en las personas y el ambiente construido.
Existen investigaciones y estudios sobre la neurociencia que nos pueden ayudar a diseñar mejores espacios, que relacionan la percepción humana con las experiencias y el bienestar de las personas.
Tanto científicos como arquitectos pueden, a través de un análisis muy riguroso, estudiar cuáles son los efectos del espacio construido en las personas, tanto a nivel emocional como de comportamiento.
Los estudios comienzan con identificar las emociones que se quieren propiciar en determinados espacios y luego le siguen pruebas para determinar cómo las personas pueden responder a esas emociones aplicando determinadas estrategias de diseño como:
tipos de iluminación,
vegetación,
alturas de los techos,
colores,
geometrías,
materiales,
texturas, entre otros.
El Dr. Fred Gage, neurocientífico del Salk Institute, centró sus estudios en los efectos en el cerebro que producían los cambios en el ambiente.
Su interés se centró el entender cómo el cerebro interpreta, analiza y reconstruye el espacio que le rodea.
De ese modo la neurociencia aporta valiosas pistas a los arquitectos para distribuir los espacios.
La creación de determinados entornos hace que el cerebro ponga en marcha mecanismos que producen las hormonas necesarias para el desarrollo de emociones y sensaciones determinadas.
Beneficios para la salud de la neuroarquitectura
Incluso antes del confinamiento que hemos vivido este último año producto de la pandemia, se estimaba que una persona pasa más del 90% día en espacios interiores, razón por la cual es fundamental que los espacios que habitamos sean pensados, diseñados y construidos para mejorar nuestra calidad de vida y salud.
En este contexto, la neuroarquitectura se vuelve una disciplina de estudio pertinente a la hora de relacionar los efectos psicológicos y emocionales que los espacios construidos tienen sobre las personas.
Somos una generación que vive en espacios interiores, y un espacio mal diseñado y poco saludable tiene serias consecuencias en nuestra salud física y emocional.
Áreas de acción para espacios saludables
Algunas estrategia de diseño han sido exploradas por su potencial sanador y su capacidad de adecuarse a espacios de uso cotidiano.
Debemos representar temas que la ciencia nos ha entregado y usarlos en este nuevo contexto. La sanación no debe estar en un hospital o en un retiro lejano. Este debe estar en el lugar mismo donde habitamos cada día.
Iluminación.
Sabemos la importancia de la luz natural y por lo mismo debemos potenciar el cuidado y la presencia de ésta.
Estar expuestos a la luz proveniente del sol tiene efectos físicos, fisiológicos y sicológicos en las personas.
Nuestro ciclo circadiano está regulado por los cambios de temperatura de color que podemos experimentar a lo largo del día.
¿Cómo mantenemos nuestros niveles de melatonina controlados y evitamos los trastornos del sueño? ¿Cómo evitamos la fatiga y estrés visual producidos por estrategias lumínicas poco amigables?
También es importante considerar rango espectral que usamos en nuestros espacios, ya que un exceso de luz ubicada en ciertas frecuencias de los azules, podría ser muy dañina para la salud.
Interesantes investigaciones nos hablan de los “efectos no visibles de luz”, los cuales están orientando el trabajo de arquitectos y diseñadores de interiores.
Acústica
De los mayores problemas en los espacios laborales es la contaminación acústica.
Así es como nuevos materiales han llegado y técnicas de tratamiento para pisos, muros y cielos, son hoy un factor protagonista.
Está la creación de nuevos espacios, el tratamiento de espacios, técnicas de enmascaramiento de ruido, conocido como “Soundmasking” o “Ruido Blanco”, sin embargo, estos son esfuerzos preventivos, no reparadores.
Cuando miramos la acústica como la ciencia que es y las aplicaciones que tiene a nuestro alrededor, vemos el real potencial.
El sonido puede ser muy relajador y también su ausencia lo es. Es muy importante balancear la existencia de este. Hay un elemento del mundo animal que es sorprendente: el sonido que no escuchamos, las otras frecuencias.
La vibroacústica aplicada (VAP), es el tratamiento de acústica en baja frecuencia es definido como un masaje a nivel celular. Hoy utilizado en terapias de distinta índole con resultados asombrosos, pero aún no en espacios de habitar cotidiano.
Patrones
Dentro de los patrones generados por el cerebro un claro ejemplo son las ondas cerebrales Beta, Alpha, Theta y Delta, las cuales están relacionadas al estado de actividad del cerebro, pero hay más.
Además de conocer muchos de los patrones que el cerebro genera, también sabemos que este es capaz de reconocer patrones y geometrías. Los patrones de origen natural, son los más fáciles de reconocer y procesar. Respondemos positivamente a ellos ya que están presentes en nuestro organismo, como las estructuras fractales y las proporciones.
Este enlace cognitivo puede provocarse en forma intencional haciendo presente distintos ritmos, tramas, texturas y patrones en los espacios que habitamos.
Las superficies visibles tienen una función que va más allá de lo estético, ahora pueden provocar estímulos cerebrales que gatillan estados de confort, confianza, concentración o incluso serenidad, entre otros.
Psicología del color
Así como debemos a Newton la definición física del color, a Johann Goethe le debemos el estudio de las modificaciones fisiológicas y psicológicas que el ser humano experimenta ante la exposición a los diferentes colores.
Los distintos colores tienen un significado específico y generan una reacción en nuestro sistema. Así como el verde potencia la armonía, la cura física y comunicación, el azul es recomendable para espacios donde se busca el equilibrio y la cooperación.
También exploramos cómo la psicología del color y las ya mencionadas neuronas espejo nos están ayudando a introducir beneficios de la Aromaterapia a los espacios de trabajo sin olor alguno.
Aromaterapia
Muchos estudios avalan los beneficios contra el estrés y la ansiedad que tienen las terapias de aceites aromáticos, sin embargo, estos aceites no se pueden usar en determinados espacios, debido, sobre todo, a respetar y cuidar de nunca contaminar el entorno de otra persona.
Con el color indicado y la figura indicada asociada, se hace creer al cerebro que está en contacto con esa esencia y gatillar los mismos efectos basado en el recuerdo.
Por ejemplo, los beneficios de la lavanda. Limón, salvia o naranja. Nuevamente trabajamos con las neuronas espejo al igual que en temas de biofilia.
Biofilia
La biofilia es un concepto, pero también un principio y una tendencia. Tiene que ver con la satisfacción que el ser humano experimenta cuando se pone en contacto con otros seres vivos y con la naturaleza en general.
La teoría de la biofilia, expuesta principalmente por Edward Wilson, señala que durante millones de años el Homo sapiens se relacionó con la naturaleza de una manera muy estrecha.
Experimentaba una necesidad natural de estar en contacto con los demás seres vivos y esto se volvió congénito.
Desde esta perspectiva, entrar en contacto con otros seres vivos es tan importante como socializar con otros humanos. Por eso, las personas tienen una sensación especial, de equilibrio y paz, cuando se adentran en un bosque, van al mar o pasan tiempo con sus mascotas.
Esta tendencia estaría presente en los genes humanos. Así pues, estamos codificados para sentir atracción, curiosidad e interés por todo aquello que tenga vida.
Son muchas otras las estrategias y recursos que los arquitectos y diseñadores están utilizando, hoy en día, de la mano del trabajo de neurocientíficos e investigadores/as de diversas disciplinas.
Junto al Instituto de Neuro Arquitectura y Diseño (NAD) de Chile, estamos organizando este “Primer Congreso Latinoamericano de Neuroarquitectura” como una manera de acercar estos nuevos conocimientos a profesionales de diversas áreas y al público en general.
Desde la página del Instituo NAD declaramos: “Creemos en una arquitectura profundamente humanista con base científica”.
Artículo indicado para este momento de mi vida, asuntos de estrés. Gracias
Muchas gracias, excelente artículo!