Una casa ecológica pequeña con un sistema constructivo mixto entre madera y balas de paja hacen de este diseño un prototipo con un potencial enorme para la autoconstrucción.
El crear un prototipo en pequeño es una buena manera materializar nuestras ideas a bajo costo, aprender mucho y mejorar antes de pasar a una escala mayor.
Llegar a soluciones simples requiere tiempo, reflexión y conocimiento, siempre es así.
Este prototipo experimental posee esa tres virtudes y una más:
El proyecto fue desarrollado de la mano de carpinteros locales quienes al ver el diseño lo hicieron suyo y se involucraron junto a los arquitectos en esta aventura.
Según los arquitectos:«Para nuestra gran sorpresa, la imaginación transmitida por el prototipo ganó el apoyo inmediato de un equipo de carpinteros experimentados y un aserrador que unió fuerzas con nosotros para hacer el proyecto una realidad».
El proyecto busca encontrar una relación con su contexto rural, marcada por la hospitalidad y la discreción característica de la arquitectura tradicional.
Ambos criterios no solo debería de aplicarse en contextos tradicionales: hospitalidad y discreción son virtudes dignas de abrazar por cualquier proyecto en cualquier contexto.